Me rescataron hace poquito. Mi tamaño impedía poder encontrar un hogar que me cuide.

Ahora estoy en un departamento y funciono muy bien, a pesar de los prejuicios por mi tamaño.

Soy uno de los tantos que quedó a la deriva luego del desalojo de Cerro Navia.

Deambulaba por varios lados y por eso me perdía siempre y las tías se preocupaban porque pasaba días sin comer.

Ahora estoy en "en gorda" porque mi situación corporal era muy deplorable.